El bodegón es un género pictórico muy poco valorado a lo largo de la historia. Los pintores del Barroco y del siglo XVIII fueron grandes cultivadores de esta temática y dotaron a sus composiciones de un asombroso naturalismo por una parte y de un carácter simbólico por otra. Los componentes simbólicos se refieren a la alegoría del paso del tiempo( Tempus fugit), la inminencia de la muerte(memento mori) y las referencias a la pureza y a la virginidad de María que se hacen patentes en la siguiente composición de Zurbarán que se conserva en el Museo del Prado.
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